Lástima que todo lo bueno se acaba, pero por lo menos nos queda el recuerdo (que parece ya tan lejano y apenas hace tres días que estamos aquí).
Entonces, no me queda otra que retomar mi vida cotidiana y por supuesto, pensar en las próximas vacaciones que seguro que serán ya para el otoño… ¡hay que empezar a planificar ya, que es la mejor forma de empezar a disfrutar del próximo viaje!
Ya sabéis que no puedo parar, y aunque durante las vacaciones no os he escrito nada, pero he hecho muchas cosas, así que las iré publicando, poco a poco a medida que descargue las fotos. Por supuesto, en cuanto he llegado a casa, a demás de deshacer maletas y preparar las cosas para recibir a nuestros invitados, me dio tiempo a terminar un trabajito que tenía pendiente:
UNA BANDEJA DECORADA.
Aquí os cuento, como la hice y como quedó.
La bandeja era de madera sin tratar (color pino) y la he pintado con pintura blanca de IKEA.
No sé si es que la pintura es así, si yo no la sé utilizar o si estaba poco mezclada… el caso es que quedo muy clarita y tuve que darle varias manos.
Tampoco quería que quedara blanco nuclear, así que cuando alcanzo el “blanco” que yo quería, la deje secar más de un día y le pase suavemente una lija de grano fino por los cantos, para darle un aspecto antiguo, como desgastado. La lija (la compre en un todo a cien)...
Una vez lijada, y limpia de granillitos negros, se puse unas rosas en la parte central.
Estas en concreto las compre hace mucho tiempo en un atienda de manualidades en Cáceres. La marca es Natural, son adhesivos en seco y yo lo fije primero con cola blanca de manualidades y después fui presionando con un palito de naranjo, insistiendo en los bordes para que quedara bien pegado.
Después, se pasa un pañuelo poco a poco y se va quitando el papel protector.
Una vez terminado, se le dan dos capas de barniz. En este caso, yo lo he escogido mate.
Y así ha quedado.
Si os gusta, compartirlo pintando aquí.
¡¡Gracias por seguirme!!